Por muchos años me ilusionaba al pensar que, con el tiempo, iba a poder tener un diario de solamente BEISBOL, lo cual resultó una idea imposible de realizar. Afortunadamente logré parte de mis sueños al poder armar una página de internet que me permite recordar a los grandes héroes y los momentos inolvidables que ha tenido el rey de los deportes en su glorioso pasado.

Tomás Morales Fernández

sábado, 15 de febrero de 2014

Pasquel pudo cambiar la historia del "Yanquis"


A principios de la temporada de 1946 el magnate veracruzano Jorge  Pasquel estuvo   a un tris de cambiar el futuro de las Ligas Mayores, sobre todo el de los Yanquis de Nueva York. A principios de esa temporada, la primera después de la segunda guerra mundial,  Phil Rizzuto acababa de regresar de tres años en la marina y no sabía a ciencia cierta si sus habilidades para el Beisbol habían declinado o terminado. Los Yanquis le estaban pagando a su shortstop titular solamente cinco mil dólares por la temporada cuando se le acercó Bernardo Pasquel, el hermano mayor de don Jorge, y le ofreció  un salario que era imposible de pasar  por alto.

Le ofreció un bono de 15,000 dólares y cinco temporadas de 12,5000 dólares cada una, de 1946 a 1950, por lo que después de consultarlo con su guapa esposa Cora estaban decididos a ir por el dinero de Pasquel.

Don Bernardo Pasquel invitó a Rizzuto  y su esposa al famoso hotel Waldorf Astoria, al hermoso restaurante en la parte más alta y en donde hay un techo pnitado con la luna y las estrellas. Fue en un menú del Walodorf  Astoria que Rizzuto firmó  su acuerdo con los Pasquel y el bono de 15,000 dólares lo estaría esperando al llegar a México.

En una de sus biografías explica que estaba decidido a ir a México acompañado de George Steirnweiss que era su compañero de dobles  matanzas en la segunda base con los Yanquis. Sin embargo y en  el transcurso de la cena y al calor de las copas, don Bernardo se entusiasmó tanto que le contó la ocasión que u hermano Jorge tuvo que matar en defensa propia a un enemigo que le había disparado y trataba de rematarlo. Ese episodio sucedió en Nuevo Laredo y toda la ciudad supo del incidente y es que en la frontera tenía don Jorge la parte principal de su negocio de Agencia Aduanal después  de la ciudad de México.

Relata  en su libro que don Bernardo incluso se tiró al suelo como si llevara una pistola en  la mano para indicar la manera como tuvo que reaccionar tirado al ser herido por el disparo del la persona que deseaba asesinarlo. El caso es que cuando regresaron a su casa, Rizzuo y esposa cambiaron de parecer después de haber escuchado el relato de la manera que Jorge Pasquel salvó su vida, Se asustaron mucho al pensar que en México podría haber mucha violencia y decidieron perderse de tantos miles de dólares que ofrecía Pasquel.

Los Yanquis se habían enterado de las posibilidades perder a su estrella de las paradas cortas y en la mañana siguiente el gerente George Weiss y el manager Joe McCarthy fueron a su casa para ofrecerle más dinero del que estaban pagándole y asegurarse que no los iba a deja para ir a la Liga Mexicana como ya habían hecho jugadores de otros equipos. Y al no irse Rizzuto, el segunda base Stirnweiss decidió cancelar su ida igualmente. Desde que los Yanquis jugaron en Panamá, un empleado  de Pasquel habló con Rizzuto y Stirnweiss con las muy buenas ofertas.

El caso es que al quedarse Rizzuto con los Yanquis al igual que Stirnweiss, los dos tuvieron muy buenas temporadas y los Yanquis ganaron el campeonato de 1947 y muchos más, siendo parte el pequeño shortstop de cinco títulos seguidos de 1949 a 1953, siendo elegido en 1950 el jugador Más Valioso de la Liga Americana.

En el libro en que Ted Williams relata su vida beisbolera indica que la gran diferencia entre los Medias Rojas  y Yanquis en aquellos años estaba en Rizzuto ya que Boston no tuvo el shortstop que hiciera las jugadas y fuera la bujía del tim como lo fue en el caso del torpedero yanqui.

Sin Rizzuto es posible que los Yanquis no hubieran ganado tantos campeonatos en su carrera que duró hasta que en 1956 lo quitaron del equipo cuando ya había declinado y para que entrara en su lugar el veterano jardinero Enos Slaughter que ayudó a Yanquis a otro campeonato y a otra Serie Mundial ganada.

Si Rizzuto hubiera venido a México no habría  sido el
egido al Salón de la Fama de Cooperstown y tampoco hubiera sido invitado a formar parte del grupo de cronistas que estaban en el radio y la televisión de Yanquis hasta que al cumplir  los 79 años decidió retirarse. Después de su gran campaña de 1950 firmó un contrato de 50,000 dólares con los Yanquis, una  cantidad parecida a la que le ofreció  Pasquel pero en cinco temporadas. En 1950, su mejor campaña, bateó .324 con siete jonrones y 66 carreras empujadas, teniendo 287 chances seguidos sin cometer error.

Pasquel no cumplió los contratos con los  jugadores que trajo  a la Liga Mexicana en su guerra contra las Ligas Mayores y la mayoría  de esos peloteros ya no volvieron a México cuando rebajó los sueldos para la temporada de 1948.

Es increíble como la historia puede cambiar  en unos minutos y muchas cosas habrían sido diferentes si don Bernardo Pasquel no cuenta la historia de la noche en que don Jorge se vio obligado a matar a una persona que lo quería asesinar.

Desechar 65,000 dólares en 1946 lució como  una locura pero fue lo mejor que pudo hacer Rizzuto, quien falleció en el 2007. Ya en 1985 los Yanquis retiraron su número 10 y pusieron  una placa en el parque de los monumentos a Phil Rizzuto.

Jerry Coleman, que fue su compañero  como segunda base al principio de los años de Casey Stengel, lo calificó como uno de los mejores shorstops que vio en su vida, colocando a Ozzie Smith  y Luis Aparicio como los otros dos que se podían comparar con él.

Las generaciones que no lo vieron jugar con aquellos Yanquis campeones lo escucharon  en los juegos de la televisión del equipo de Nueva York, teniendo como compañeros a Bill White y Tom Seaver entre otros, aunque al comenzar su carrera de narrador acompañó a los geniales Mel Allen y Red Barber que eran los mejores de su tiempo.

Estuvo  en nueve Series Mundiales de 1941 a 1955, ganando Yanquis siete de ellas. Todo esto no habría sucedido si él y su esposa no cambian su manera de pensar en aquella noche en la lujosa cena del Hotel Waldorf Astoria. Y en lugar de Parque Delta y Azules del Veracruz siguió  siendo para Rizzuto el Yanqui Stadium y los Yanquis de Nueva York.

 

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