Por muchos años me ilusionaba al pensar que, con el tiempo, iba a poder tener un diario de solamente BEISBOL, lo cual resultó una idea imposible de realizar. Afortunadamente logré parte de mis sueños al poder armar una página de internet que me permite recordar a los grandes héroes y los momentos inolvidables que ha tenido el rey de los deportes en su glorioso pasado.

Tomás Morales Fernández

lunes, 1 de enero de 2018


Tommy Al Bat

La Mejor Temporada de un Diablo

Hace unas semanas llegó la mala noticia procedente de la ciudad de Chicago del fallecimiento del que fuera  un gran jugador y quien en la historia de los Diablos Rojos del MÉXICO es el que tuvo la mejor temporada por un jugador que se haya puesto la franela escarlata.


Estamos hablando del espectacular jardinero central Jim Rivera y quien tuvo una super temporada en el invierno de 1955-56 en que pulverizó todos los récords de la la Liga invernal Veracruzana al conquistar el campeonato de bateo con un muy alto promedio de .443 que es record en el circuito. Con ese tan alto average logró mejorar la marca del gran  Beto Avila que jugando para el Aztecas capturo la corona ofensiva en la temporada de 1953-54 cuando  bateó para. 408. Hay que recordar que en ese invierno los Diablos Rojos capturaron el primer campeonato de su historia y Jim Rivera fue elegido el jugador Mas Valioso por la temporada que nos dio. Rivera era jugador de los Medias Blancas y no hay duda que había llegado al mejor momento de su carrera y fue un gran acierto de Beto Ávila el haberlo traido ya que como se acostumbra a decir se robó el show äl hacer espectaculares atrapadas en el jardín central y se compilaron hasta seis robos de home. Su estilo llegando de cabeza a la siguiente base entusiasmada a los aficionados. Fue aquel Diablos un equipo en que se juntaron hasta nueve jugadores de Ligas Mayores ya aparte de Beto Ávila y Jim Rivera estuvieron los pitchers Jim Bunning, Paul Foytack, Bob Darnell y el famoso Early Wynn así como el short stop Johnny Lipon, el cacher Tim Thompson y el jardinero Chick King.

Para 1959 los Medias Blancas de Chicago ganaron el campeonato y Jim Rivera ayudo a la causa durante la temporada como el parido en que bateó un jonrón en el juego que le dio el titulo al equipo. En la Serie Mundial que los Medias Blancas perdieron en seis juegos ante Dodgers el manager Al López lo alterno con Jim Landis en el jardín y aunque no pudo dar de hit hizo una gran atrapada que salvo el sexto juego ganado 1-0 con pitcher de Dick Donovan. Terminada su carrera volvió a la pelota mexicana para batear sobre los .300 en 1963 con Tigres y un año después se retiró tras ser manager y jugador de los Charros de Jalisco en el primer año del doc Álvaro Lebrija al frente del club.

Jim Rivera tuvo una vida complicada antes de jugar al Béisbol y estuvo un tiempo en una prisión militar y fue al estar detenido que se convirtió en un buen jugador. Se logró un perdón a su sentencia y el que fuera gran bateador Rogers Hornsby se lo llevó al Cafés de San Luis cuando manejo a ese equipo pero sus mejores años los tuvo con Medias Blancas. No hay duda que fue un jugador espectacular y fue compañero de Hank Aarón con los Criollos de Caguas y relato como en partido en ese circuito,  Rivera se robo en la misma entrada la segunda base, la tercera y el home. No hay que Jim sabía como emocionar a los aficionados y al batear .443 en aquel invierno inolvidable tuvo la mejor campaña que haya vivido un diablo rojo.




En 10 años en Grandes Ligas bateó Rivera para 256 y se robó 160 bases, conectando 83 cuadrangulares. Siempre mantuvo que gracias al Béisbol había podido enderezar su vida. Y afortunadamente decido jugar con los Diablos Rojos de Beto Ávila en aquel torneo inolvidable de 1955. Jim Rivera dejó su huella entre los aficionados mexicanos. Simplemente era un jugador espectacular.

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