Tommy Al Bat
La Mejor Temporada de
un Diablo
Hace unas semanas
llegó la mala noticia procedente de la ciudad de Chicago del fallecimiento del que
fuera un gran jugador y quien en la
historia de los Diablos Rojos del MÉXICO es el que tuvo la mejor temporada por
un jugador que se haya puesto la franela escarlata.
Estamos hablando del
espectacular jardinero central Jim Rivera y quien tuvo una super temporada en
el invierno de 1955-56 en que pulverizó todos los récords de la la Liga
invernal Veracruzana al conquistar el campeonato de bateo con un muy alto promedio
de .443 que es record en el circuito. Con ese tan alto average logró mejorar la
marca del gran Beto Avila que jugando
para el Aztecas capturo la corona ofensiva en la temporada de 1953-54 cuando bateó para. 408. Hay que recordar que en ese
invierno los Diablos Rojos capturaron el primer campeonato de su historia y Jim
Rivera fue elegido el jugador Mas Valioso por la temporada que nos dio. Rivera
era jugador de los Medias Blancas y no hay duda que había llegado al mejor
momento de su carrera y fue un gran acierto de Beto Ávila el haberlo traido ya
que como se acostumbra a decir se robó el show äl hacer espectaculares
atrapadas en el jardín central y se compilaron hasta seis robos de home. Su
estilo llegando de cabeza a la siguiente base entusiasmada a los aficionados.
Fue aquel Diablos un equipo en que se juntaron hasta nueve jugadores de Ligas
Mayores ya aparte de Beto Ávila y Jim Rivera estuvieron los pitchers Jim
Bunning, Paul Foytack, Bob Darnell y el famoso Early Wynn así como el short
stop Johnny Lipon, el cacher Tim Thompson y el jardinero Chick King.
Para 1959 los Medias
Blancas de Chicago ganaron el campeonato y Jim Rivera ayudo a la causa durante
la temporada como el parido en que bateó un jonrón en el juego que le dio el
titulo al equipo. En la Serie Mundial que los Medias Blancas perdieron en seis
juegos ante Dodgers el manager Al López lo alterno con Jim Landis en el jardín
y aunque no pudo dar de hit hizo una gran atrapada que salvo el sexto juego
ganado 1-0 con pitcher de Dick Donovan. Terminada su carrera volvió a la pelota
mexicana para batear sobre los .300 en 1963 con Tigres y un año después se
retiró tras ser manager y jugador de los Charros de Jalisco en el primer año
del doc Álvaro Lebrija al frente del club.
Jim Rivera tuvo una
vida complicada antes de jugar al Béisbol y estuvo un tiempo en una prisión
militar y fue al estar detenido que se convirtió en un buen jugador. Se logró
un perdón a su sentencia y el que fuera gran bateador Rogers Hornsby se lo
llevó al Cafés de San Luis cuando manejo a ese equipo pero sus mejores años los
tuvo con Medias Blancas. No hay duda que fue un jugador espectacular y fue
compañero de Hank Aarón con los Criollos de Caguas y relato como en partido en
ese circuito, Rivera se robo en la misma
entrada la segunda base, la tercera y el home. No hay que Jim sabía como
emocionar a los aficionados y al batear .443 en aquel invierno inolvidable tuvo
la mejor campaña que haya vivido un diablo rojo.
En 10 años en Grandes
Ligas bateó Rivera para 256 y se robó 160 bases, conectando 83 cuadrangulares.
Siempre mantuvo que gracias al Béisbol había podido enderezar su vida. Y
afortunadamente decido jugar con los Diablos Rojos de Beto Ávila en aquel
torneo inolvidable de 1955. Jim Rivera dejó su huella entre los aficionados
mexicanos. Simplemente era un jugador espectacular.
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